martes, 21 de mayo de 2013

La ingobernabilidad en Michoacán: un problema de rápida solución

Todos conocemos la situación actual de Michoacán. La ingobernabilidad a la que se enfrenta por la oleada de delincuencia organizada y violencia sin control combinados con la ausencia del gobernador, hacen que el panorama para el estado se vea más negro que nunca.

Pero todos estos problemas tienen una fácil solución! Pero como siempre, faltan ganas y valor para hacerlo. 



Empezando por el Gobernador Fausto Vallejo (PRI), supuestamente al servicio de su Estado, sin embargo con problemas de salud que hacen que le sea imposible cumplir con sus labores. La responsabilidad cívica del Gobernador es renunciar al cargo.  Se ha convertido en un capitán incapaz de seguir al mando de su barco, y por respeto a sí mismo, y a su Estado debe asumir la realidad de que es imposible continuar así.

Michoacán más que nunca debe contar con un líder fuerte, con un líder que sea capaz de guiar a su gente y que logre atravesar esta oscura época que atraviesa. 




Continuando, la iniciativa de supresión de poderes en el estado y la instauración de un régimen marcial propuesta en días pasados por el hoy coordinador de los senadores panistas Jorge Luis Preciado. 

La Constitución contempla el escenario en que por casos de invasión extrajera a territorio nacional se pueden suprimir temporalmente las garantías individuales durante el tiempo que tome recuperar el control. En Michoacán no hay invasores extranjeros, pero hay un tipo de enemigo aún peor: el enemigo esta dentro de Michoacán y esta destrozando el estado desde adentro.

La suspensión de los poderes en el estado es la solución inmediata más eficaz que se podría dar. Pero no, el gobierno interino de Michoacán ha decidido rechazar la ayuda y hundirse solo



La tercera y más importante: la verdadera guerra contra el crimen organizado. Hasta ahora no hemos visto más que enfrentamientos que ha quedado en evidencia que no son suficientes para controlar la situación. Los criminales deben ser aplastados por las fuerzas armadas de la nación.

No se trata de pelear contra un convoy de camionetas de delincuentes. Eso no es suficiente. Se necesita ingresar con toda la fuerza del ejército a pelear contra ese enemigo hasta su muerte, porque la única solución es erradicar ese cáncer de raíz. De nada sirve capturar a los líderes, se necesita acabar con las bases y entonces toda la estructura criminal caerá. 

Mano dura contra la delincuencia por parte del Gobierno Federal y Estatal. ¿De qué le sirve a la nación ver el poderío de sus fuerzas armadas el 16 de septiembre si cuando más se necesitan permanecen en los cuarteles?

Porque se está viviendo un escenario peor que una guerra civil. Y ante situaciones así se deben tomar medidas radicales. Pero primero se necesita un líder, y regresando al primer punto de este artículo, sin un líder fuerte y capaz no hay nada que hacer. Michoacán queda condenado a un estado de anarquía, destrucción e ingobernabilidad.

Recomiendo leer a Ernesto Cordero en MILENIO y su columna sobre los manejos de Madero ante el Gobierno de la Repúnlica.

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